lunes, 26 de marzo de 2012

Cocina de reciclaje 1: Verduras al horno

Hola compañeros.

Esta será una entrada corta para explicaros el asunto de la "cocina de reciclaje". Siempre oigo a mucha gente quejarse de que "no tienen nada en la nevera" o de que "no saben que hacer con una alcachofa y medio pimiento". Pues bien, os propongo las minientradas de "Cocina de reciclaje", donde os explicaré brevemente ideas para aprovechar esos alimentos que tenemos por la nevera o para hacer comidas rápidas y sabrosas.

La idea de hoy es aprovechar todas las verduras que se os estén poniendo pochas en casa. En mi caso, me he plantado con un par de puerros, medio pimiento, cuatro champiñones, una patata y un par de tomates.

En vez de esperar a ver como un bonito hongo colonizaba estas verduras, he decidido cortárlas a láminas y colocarlas en una bandeja de horno con aceite, sal, tomillo, ajo en polvo, orégano y albahaca... ¡Todo junto!

Lo he metido al horno (precalentado) a 160ºC y calculo que en 30-45 minutos (lo he metido hace 5 minutos) estará listo para comer o, como es el caso, para meter en un tupper y llevármelo a la universidad.

Como veis, con un poco de imaginación puede aprovecharse cualquier cosa. Os prometo subir una foto en cuanto esté listo.

Lo prometido es deuda, la foto de la bandeja de verduras variadas. Y el spoiler de la próxima receta: Habrá manzanas... ¡¡¡MUCHAS MANZANAS!!!

Un saludo.

lunes, 19 de marzo de 2012

Hoy cocinamos: TARTA IKEBANA

La receta de hoy es propiedad intelectual (o algo así) del señor Vicente Llopes, dependiente de Generación X. Un buen día, porqué sí, me escribió esta receta en un cacho papel y me la dio. Los tiempos los medía en cigarros pero, tranquilos, que yo los he cambiado al sistema internacional de horas, minutos y segundos.


Por allá por el siglo 6º los budistas introdujeron su filosofía en Japón. Uno de los ritos ceremoniales para honrar a Buda consistía en colocar flores, o pétalos, en sus altares. El perfeccionamiento del arte de la ofrenda florar dio como resultado que los monjes del templo de Rokkakudo, en Kyoto, comenzaran a dar clases sobre arreglos florales. Así nació la primera escuela de Ikebana (del japonés Ikeru=colocar; Hana=flor), el arte del arreglo floral japonés.


Hoy en día hay más de una veintena de escuelas japonesas de Ikebana aunque, la mayoría, enseñan esta técnica como una moda artística. Es muy típico que las mujeres acomodadas japonesas se reúnan para practicar sus destreza y socializar al mismo tiempo.


Pues bien, os presento la tarta IKEBANA, merecedora de este nombre por el color rojo propio de la bandera japonesa y la decoración en forma de flor de la parte superior. Espero que se os dé mejor que a mí decorar la tarta.


Nombre molón: IKEBANA

Nombre insulso: TARTA DE FRESAS CON NATA

Tiempo: 30 minutos de preparación, 2-6 horas de refrigeración

Ingredientes (8-12 raciones):

A) 200g de galletas (1 paquete de galletas María de toda la vida)

B) 100g de mantequilla o margarina

C) 1 litro de nata (yo recomiendo 500mL de nata para montar y 500mL de nata para cocinar)

D) 200mL de leche (1 vaso)

E) 2 sobres de cuajada Royal

F) 180g de azúcar (el equivalente a 1 vaso)

G) Mermelada de fresa (o del sabor que se desee)

H) Fresas para decorar

X) Unos ninjas ayudan a cortar los ingredientes…



Elaboración:

Esta tarta puede separarse en 3 capas: 1) base de galleta; 2) relleno de nata; 3) cobertura de fresa. Iremos detallando el proceso paso a paso para cada capa.

Para preparar la base de galletas, picamos los 200g de galletas [yo lo hice con picadora (1), pero puede hacerse machacando con un mortero]. En un cazo, derretimos los 100g de mantequilla y los incorporamos al bol donde tengamos la galleta picada. Removemos hasta dejar una pasta homogénea que extenderemos en la base del molde (yo os aconsejo usar un molde desmontable para poder retirar la tarta). Cuando tengamos una capa uniforme aplanada (2), introducimos el molde a la nevera para que se enfríe la base.



Mientras se enfría la base de galleta, prepararemos el relleno de nata. Para ello vertemos el litro de nata en un cazo y lo ponemos a fuego medio para llevarlo a ebullición (es aconsejable ir moviendo de vez en cuando para evitar que se queme). Por otro lado, mezclamos la leche, el azúcar y los sobres de cuajada y batimos (3) hasta que quede bien mezclado (es importante batir para evitar que queden grumos). Cuando la nata hierva, añadimos la mezcla de leche, azúcar y cuajada y calentamos hasta que vuelva a hervir. Apagamos el fuego y esperamos a que se temple esta mezcla para poder verterla en el molde sin que derrita la base de galletas. Un truco para evitar el peligro de que nos deshaga la base es colocar una cuchara y verter la nata sobre ella (como se ve en la fotografía 4). Dejamos que enfríe en la nevera de 2 a 6 horas.




Para la cobertura de fresa, basta con poner una capa de mermelada de fresa sobre la tarta una vez se haya enfriado y esté consistente. Posteriormente, se cortan unas fresas a rodajas y se colocan a modo de decoración, espolvoreándoles un poco de azúcar por encima para que queden brillantes. Dejamos en nevera para que la mermelada quede un poco más firme.

Cortamos, servimos y nos comemos un buen trozo de la tarta IKEBANA.

Protocolo:

Las letras se refieren a las correspondientes en la sección de Ingredientes.

1- Picar A.

2- Derretir B y juntar con A = BASE G.

3- Extender BASE G en molde y nivelar.

4- Poner C en un cazo y llevar a ebullición a potencial exotérmico medio.

5- Batir D + E + F = MEZCLA C.

6- Echar MEZCLA C en cazo con C hirviendo, llevar a ebullición y retirar = MEZCLA N.

7- Verter MEZCLA N en molde con BASE G.

8- Dejar de 2-6 horas en nevera.

9- Poner una capa de G en la tarta y decorar con H en rodajas de 4mm de grosor.

10- Degustar la tarta IKEBANA mientras se realiza un arreglo floral japonés.



Degustación y notas:

Una tarta multiusos que, lo mismo sirve para una celebración, que sirve como merienda. Al no llevar queso es menos densa que su gemela la cheesecake. Perfecta para tomarla con un café o algún tipo de licor de hierbas. Puede cambiarse la mermelada de fresa por cualquier otro sabor o, incluso, hacerla nosotros mismos con frutas variada.

Contenido científico:

Normalmente, en este tipo de tartas se emplea gelatina neutra como espesante. Sin embargo, en esta receta hemos empleado sobres de cuajada.

¿Cómo funciona la cuajada?

Entre otros ingredientes, estos sobres llevan un componente enzimático llamado cuajo. El cuajo es una sustancia extraída del abomaso de los rumiantes, uno de los cuatro estómagos junto con el omaso, el retículo y el rumen.

Principalmente, el cuajo se compone de la enzima rennina, una proteasa que produce la rotura del enlace entre los aminoácidos de la posición 105 y 106 (fenilalanina y metionina) de la cadena kappa de la caseína. De esta manera se forman grupos hidrofóbicos que interactúan entre sí formando una estructura tridimensional que precipita: el fosfocaseinato de calcio.

En la tarta que hemos hecho, la formación de este producto en disolución, junto con la nata, produce la densificación de la masa, volviéndola compacta y tersa.

Como curiosidad, esta enzima parece tener el papel de expresarse en organismo lactantes juveniles para cuajar la leche y mejorar su absorción durante el procesamiento digestivo. No obstante, aunque se encuentra en la mayoría de mamíferos, el cuajo a nivel industrial se produce mediante organismos recombinantes. A igual que otras sustancias tales como la dextrosa o el ácido cítrico, el cuajo se puede obtener a partir de E. coli recombinantes que expresan la enzima rennina de forma extracelular, lo que permite purificar el medio de cultivo y obtener la enzima.

Y con el Summertime de Ella Fitzgerald me despido hasta la próxima receta.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Un poco de todo

Hola gente.

Ya me ha venido el feedback de que la gente está empezando a hacer las recetillas que voy poniendo. Me llena de orgullo y satisfacción... No enserio, me hace mucha ilusión que vayáis probándolas, pero os voy a pedir opiniones, mejoras, sugerencias... Un poco de intercambio de ideas, vamos.

Por otro lado, voy a ver si preparo una serie de tutoriales del estilo "Tipos de corte en la cocina" "Qué hacer si no tengo balanza". Por lo que, cualquier cosa que os gustaría saber y no sea para mayores de 18 (que lo de la abejita se lo preguntáis a vuestros padres) lo intentaré responder.

Esto solo es el comienzo. Aun faltan muchos ingredientes para dar forma a la receta de este blog. Espero que el resultado final os guste.

lunes, 12 de marzo de 2012

Hoy cocinamos: TERIYAKI KAKARIKO

Cualquiera que haya jugado al Legend of Zelda: Ocarina of Time sabrá a qué me refiero con “La venganza de Link”. Para los no iniciados, haremos un poco de historia.

The Legend of Zelda: Ocarina of Time es un juego de Nintendo 64 publicado en el año 1998. Fue el primer videojuego de la saga Zelda que incluyó gráficos 3D y supuso un “boom” en el mundo de los videojuegos debido al enorme tamaño de sandbox que se presentaba ante nosotros.

La historia nos presenta a Link, un héroe que deberá emprender un viaje por el reino de Hyrule para evitar que Ganondorf, el malo del juego, se alce con el poder de la Triforce. Durante el desarrollo del juego, visitas diferentes localizaciones, exploras mazmorras y cuevas, te enfrentas a monstruos épicos… Uno de los juegos más completos jamás creados, por lo menos para el gusto del que escribe estas líneas.

Pues bien, una de las localizaciones que visitabas era el pueblo rural de Kakariko, en el cual unas aves llamadas cucos, parecidas a gallinas, campaban a sus anchas por las calles. Pero todos sabemos que tener una espada en la mano cambia la forma de ver las cosas por lo que los cucos se tornaban, a los ojos del jugador, en un objetivo más a abatir.

¡ERROR!

En cuanto asestabas el primer golpe a un cuco, una horda enfurecida de estos animales empezaba a atacarte hasta la muerte. Supongo que era la forma que tenía Nintendo de explicarnos que la crueldad animal no está bien…

Pero hoy todo cambia. Hoy le damos a Link la oportunidad de vengarse con nuestro TERIYAKI KAKARIKO.

¿Preparados? Pues agarrad vuestras Master Sword y trocead unos cuantos cucos.


Nombre molón: TERIYAKI KAKARIKO: LA VENGANZA DE LINK

Nombre insulso: POLLO AL TERIYAKI CON CHAMPIÑONES

Tiempo: 45-60 minutos


Ingredientes (2-4 personas, dependiendo de si es plato único):

A) 600g de entremuslos de pollo deshuesados

B) 1 cebolla

C) 9-10 champiñones medianos

D) 1 diente de ajo picado o una cucharada de ajo en polvo

E) 1 cucharadita de jengibre molido (puede comprarse en la sección de especias de cualquier supermercado)

F) 1 cucharada sopera de azúcar blanquilla

G) Harina

H) 100 mL (medio vaso) de salsa de soja (hoy en día la venden en cualquier sitio)

I) 200 mL (un vaso) de sake (puede cambiarse por vino blanco seco, el típico vino de cocinar)

J) Aceite

K) Los palos de brocheta son opcionales.

X) El manual del Legend of Zelda o, en su defecto, la banda sonora del 25 aniversario (la cual acompañó durante la realización de la receta)

Elaboración:

Lo primero que debemos hacer es preparar el pollo. En nuestro caso, optamos por ensartarlo en brochetas para que quedara un pelín más dramático (las espadas no las teníamos limpias para ese día). En cualquier caso, lo ideal sería cortar el pollo en tacos de unos 2.5cm de lado (1 pulgada para el público anglosajón). Seguidamente, enharinamos el pollo, golpeándolo ligeramente para eliminar la harina sobrante, y reservamos (1).

Picamos el ajo y cortamos la cebolla y los champiñones en trozos de tamaño mediano (como puede verse en la foto 2). Ponemos aceite en una sartén y, a fuego medio, añadimos el ajo, la cebolla y los champiñones. Cuando adquieran un tono dorado, retiramos del fuego y reservamos (3).

A continuación, en la misma sartén de las verduras, ponemos un poco de aceite y marcamos el pollo enharinado. Esta operación la realizaremos a fuego fuerte hasta que veamos que adquiere un tono dorado uniforme. En este punto, retiraremos el pollo de la sartén y reservaremos (4).

En esta misma sartén procederemos a realizar la salsa teriyaki. Ponemos la sartén a fuego medio y echamos el vaso de sake, la salsa de soja y el jengibre molido. Si el contraste de temperatura es el adecuado, todo el jugo que había pegado en el fondo de la sartén se despegará al añadir los líquidos, aportando más sabor a la salsa. Este proceso de “sacar los jugos de una sartén” se llama desglasar.

Dejamos que hierva a fuego suave un par de minutos (para evaporar el alcohol) y añadimos la cucharada de azúcar (5). Removemos e incorporamos las verduras y el pollo a la salsa. Dejaremos cocer unos 10 minutos (6) a fuego suave, removiendo de vez en cuando y listo.

Protocolo:

Las letras se refieren a las correspondientes en la sección de Ingredientes.

1- Cortar A en cubos de 2.5cm3.

2- Pasar A por G y reservar = SUSTANCIA P.

3- Cortar B+C+D = MEZCLA V.

4- Poner J en una sartén (SARTÉN S) y aplicar un potencial exotérmico medio. Dorar MEZCLA V, retirar y reservar.

5- Añadir J a SARTÉN S y, con potencial exotérmico alto, dorar SUSTANCIA P. Retirar y reservar.

6- Colocar SARTÉN S a potencial exotérmico alto y verter H+I+E = SALSA T.

7- Incubar 2 min.

8- Incorporar F a la SARTÉN S donde tenemos la SALSA T.

9- Añadir a la SARTÉN S la MEZCLA V y la SUSTANCIA P.

10- Incubar 10 min a potencial exotérmico medio y agitación suave.

11- Servir el TERIYAKI KAKARIKO y mofarse de los cucos mientras se degusta.

Degustación y notas:

Un plato sabrosísimo (¿Será por el glutamato de la salsa de soja?). Digno de acompañar con unos chupitos de sake o unas buenas y fresquitas cervezas.

Puede servirse como plato único o como parte de una comida de temática oriental (nosotros lo comimos junto con unos rollitos de primavera y una tempura variada con salsa de miel).

Se le puede añadir zanahoria y/o pimiento al mezcladillo de verduras.

Contenido científico:

Os he comentado que el sake puede ser sustituido por vino blanco. Pero, ¿hasta qué punto son iguales estos alcoholes?

La mayoría de vosotros puede que estéis familiarizados con el proceso de elaboración del vino. A nivel básico, las uvas se machacan hasta obtener el mosto que es fermentado (normalmente mediante la levadura Saccharomyces cerevisiae) y posteriormente es filtrado o guardado en barrica para que terminen de aparecer los distintos aromas.

El proceso fermentativo puede realizarse directamente a partir de la fruta debido a que S. cerevisiae es capaz de asimilar e hidrolizar (para producir etanol) los azúcares presentes en la uva.

No obstante, el sake se obtiene a partir de arroz, el cual es, básicamente, almidón. A nivel bioquímico, el almidón es un polisacárido de cadena larga compuesto por la unión de amilosas (polisacáridos lineales de glucosa) y amilopectinas (polisacáridos ramificados de glucosa). Saccharomyces no es capaz de digerir bien estas moléculas tan voluminosas, a diferencia de las presentes en la fruta que son muy sencillas de metabolizar.

Así pues, se necesita de la hidrólisis del almidón para conseguir azúcares asimilables por Saccharomyces. Esta hidrólisis es llevada a cabo por las α-amilasas de otro hongo: Aspergillus oryzae.

La producción del alcohol del sake se podría resumir de la siguiente forma:

1- Se cuece el arroz para producir una rotura térmica del almidón y facilitar el trabajo de Aspergillus oryzae.

2- Aspergillus oryzae hidroliza mediante las amilasas las cadenas de amilosas y amilopectinas (normalmente se separan durante la cocción) produciendo glucosa.

3- La glucosa es metabolizada a etanol por Saccharomyces sake (similar a S. cerevisiae pero con producción de diferentes metabolitos secundarios).

Como veis, el sake necesita de dos “fermentaciones” en lugar de una única, presente en la elaboración de vinos de uva. Volviendo a la pregunta inicial: se puede emplear vino blanco pero nunca sabrá igual que un buen sake japonés.

Itadakimasu!




sábado, 10 de marzo de 2012

32 kilos de chocolate en un solo Oso

La Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona (EPGB) ha llevado a cabo el Proyecto Grizzly. Este proyecto consiste en la creación de un oso de chocolate de 32 kilos a partir de una pequeña figura.

Os dejo con el link al video donde puede verse el proceso de creación de tamaña obra: el escaneo del modelo, la impresión en 3D, la generación de los moldes al vacío... ¡Que lo disfrutéis!

jueves, 8 de marzo de 2012

Hoy cocinamos: NEUROCOOKIES


Como era de esperar, la primera receta de este blog es la de las NEUROCOOKIES.

¿Preparados para un subidón de glucosa?


Nombre molón: NEUROCOOKIES

Nombre insulso: COOKIES DE CHOCOLATE

Ingredientes (20 – 24 unidades):

A) 240g de harina de trigo (suelo usar La Aragonesa de Mercadona)

B) Media cucharadita de levadura química (tipo levadura Royal)

C) Media cucharadita de sal

D) 100g de mantequilla sin sal

E) 120g de azúcar moreno

F) 60g de azúcar blanquilla (el azúcar blanco de toda la vida)

G) 2 huevos

H) 1 cucharadita y media de esencia de vainilla (si no se tiene, pueden cambiarse los 60g de azúcar blanquilla por 60g de azúcar avainillado, fácilmente conseguible en LIDL o Consum)

I) 180g de chips de chocolate (podéis machacar chocolate o comprar los chips ya preparados de Mercadona)

X) El libro de Neurociencia es opcional, aunque recomendable.



Elaboración:

Antes de comenzar, debemos precalentar el horno a 160ºC con calor por arriba y por abajo. Como luego veremos, es esencial esta temperatura para conseguir el sabor adecuado de la galleta.

A continuación mezclamos en un bol la harina tamizada (con un colador si no se tiene tamiz) junto con la levadura y la sal (1).

En otro bol distinto deberemos mezclar la mantequilla, previamente derretida, junto con el azúcar moreno y el azúcar blanquilla (o avainillada) (2). Cuando tengamos una mezcla homogénea, incorporamos los huevos, la vainilla (3) y continuamos batiendo hasta que quede todo bien mezclado.

Ahora toca fusionar. Añadimos la mezcla de harina, levadura y sal al bol donde hemos mezclado el resto de ingredientes. Trabajamos la mezcla (con una espátula o con las manos) hasta que se vuelva una pasta uniforme (4). Llegados a este punto, añadimos los chips de chocolate y mezclamos para que queden bien repartidos por la masa (5).



Ponemos una superficie antiadherente en una bandeja de horno (el típico papel vegetal vamos) y vamos colocando bolas de masa del tamaño de una cucharada sopera (6). Las repartimos por la superficie dejando espacio entre ellas ya que, al calentarse, se expandirán.

Horneamos de 15 a 18 minutos a 160ºC o hasta que veamos que el borde se pone dorado. Hecho esto, sacamos la bandeja del horno y dejamos enfriar (en la misma bandeja). Cuando se hayan enfriado, subimos el horno a 180ºC y las horneamos durante 2-3 minutos más.

Finalmente, las sacamos del horno y las pasamos a una rejilla donde puedan enfriarse homogéneamente por toda la superficie.

Protocolo:

Las letras se refieren a las correspondientes en la sección de Ingredientes.

1- Precalentar horno a 160ºC.

2- En un bol, mezclar A+B+C = M1.

3- En otro bol, mezclar D+E+F. Incorporar G+H y mezclar de nuevo = M2.

4- Verter M1 sobre M2 y homogeneizar = M3.

5- Añadir I a M3 y homogeneizar = LA MASA.

6- Colocar bolas de LA MASA de 4 cm de diámetro (y espaciadas unos 8 cm) en una bandeja de horno.

7- Hornear 15-18 min a 160ºC.

8- Dejar enfriar.

9- Hornear 2 min a 180ºC.

10- Sacar las NEUROCOOKIES del horno, dejar enfriar y proceder a su metabolización.



Degustación y notas:

Las clásicas cookies, o Neurocookies en su versión más molona, son la típica galleta para todo: desayuno, almuerzo, merienda, para acompañar a un café, para picar algo… De hecho, puedo decir que incluso funcionan como alimento de campaña en mitad de un experimento de laboratorio.

Por su textura y sabor, son ideales para comer a solas, sin ningún acompañante. No obstante, un café, un vaso de leche o un batido siempre serán bien recibidos.

Pueden consumirse también junto con un zumo de frutas, en cuyo caso se deberá seleccionar un sabor que case con el chocolate: naranja, fresa o cualquier zumo con un punto cítrico.

Otra buena forma de consumirlas es como parte de una sobremesa, junto con unos licores variados o algún vino dulce tipo Moriles o Mistela.


Contenido científico:

Os he dicho que era muy importante la temperatura de 160ºC, ni más ni menos grados.

¿Alguien sabe por qué?

Pues bien queridos amiguitos, a esta temperatura se produce la “sabrosa” reacción de Maillard (en honor a Louis-Camille Maillard, químico francés que describió este proceso en 1916).

A 160ºC, o más excatamente a 154ºC/310ºF, los grupos amino de los aminoácidos que componen las proteínas, reaccionan con los grupos carbonilos presentes en los azúcares, produciendo glucosilamina y agua. Estas glucosilaminas son muy inestable y se isomerizan, mediante la trasposición de Amadori, en cetoaminas, las cuales reaccionaran de diversas formas. Por un lado producirán agua, diacetilos, piruvaldehídos… los cuales participaran del sabor y textura global del alimento. Por otro, formaran compuestos poliméricos nitrogenados y melanoidinas, moléculas que darán un color marrón (el típico marrón tostado) a la comida.

Y ahora es cuando me preguntaréis: ¿Por qué luego rehorneamos a 180ºC?

Pues bien, este aumento de la temperatura es debido a que el azúcar carameliza a partir de 180ºC. Con este aumento de la temperatura durante tan poco tiempo (recordemos que dejábamos 2 minutos de cocción) conseguimos que los azúcares superficiales caramelicen, dándole un color más tostado a la galleta y, además, proporcionándole un suave aroma a caramelo.

El hecho de no cocinar las galletas a esta temperatura durante todo el proceso es porque la caramelización excesiva daría un sabor al alimento que enmascararía la esencia de vainilla o, incluso, el propio sabor del chocolate. Con este corto periodo de tiempo conseguimos caramelizar únicamente la superficie, dejando el interior de la galleta con el sabor predominante del chocolate y la vainilla.


Escuchando los últimos acordes de la canción Anthem del grupo canadiense Rush os dejo por el momento. Cualquier duda o sugerencia, a los comentario.

¡Qué aproveche!

El cuerpo de una receta

¿Cómo van a ser las recetas que ponga en el blog? ¿Qué partes tendrán? ¿Necesitaremos una piedra Rosetta para desentrañar sus misterios arcanos? Os dejo con un ejemplo hipotético de receta para que os familiaricéis con lo que os espera en este blog.

NOMBRE MOLÓN: Será el nombre que le pongo a la receta, por ejemplo "Pollos de Kakariko en salsa". Normalmente será un nombre gracioso, tirando hacia lo friki.

NOMBRE INSULSO: También llamado "nombre común". Un nombre descriptivo clásico de la receta, para la gente que no tiene imaginación. Siguiendo con el ejemplo anterior "Teriyaki de pollo con setas variadas".

INGREDIENTES: La lista de la compra, con pesos, unidades y volúmenes. Os aconsejaré donde comprar ciertos ingredientes o cuales son mejor que otros.

ELABORACIÓN: El cuerpo de la receta, el cómo se hace.

PROTOCOLO: Será un resumen de la receta escrito al estilo protocolo científico.

DEGUSTACIÓN Y NOTAS: Consejos de consumo, acompañamientos, bebidas recomendadas... Vamos, una parte un poco pija.

CONTENIDO CIENTÍFICO: En muchas recetas intentaré añadir cierto contenido científico relacionado con la receta en sí. Será información de reacciones químicas, temperaturas, cambios físicos...


miércoles, 7 de marzo de 2012

La cripta del sabor innombrable

Haciendo una pequeña referencia al universo Lovecraftiano empiezo este nuevo blog. La idea es ir poniendo recetillas variadas, sencillas de hacer y con ingredientes facilones de conseguir (nada de esencia de unicornio o solomillo de dragón).

Además, siempre intentaré darle algún tipo de carácter científico y/o friki a las recetas. Vamos, intentaré alejar a la gente insulsa y aburrida que no entiende la diferencia entre un orco y un elfo, que prefieren los Episodios I, II y III de Star Wars, o la clase de gente que no se ríe al ver una peli de zombies.

Por cierto, que no me he presentado. Soy Sergio, un intento de neurocientífico culturalmente disperso (la nueva forma de llamarnos a los frikis, geeks y demás gente que lee a Cels Piñol) con gran inquietud científica y culinaria. Me gusta la cocina al igual que me gusta la ciencia, tanto por su aplicación final como por la comprensión teórica subyacente al proceso. Es decir, si algo se cocina a 220ºC quiero saber porqué a esa temperatura y no a más ni a menos. Si algo lleva bicarbonato en vez de levadura quiero entender a que se debe esa diferencia. Si algo me sienta mal, quiero saber que había crecido antes en el alimento...

Por lo tanto, doy por inagurado este blog (aunque no tenga a ninguna personalidad cortando la cinta de apertura).

Y ahora, el primer detalle científico es... ¡¡¡EL NOMBRE DEL SABOR INNOMBRABLE!!! El nombre de este sabor es umami y, a grandes rasgos, sería un 5º sabor complementario al dulce, salado, amargo y ácido; sería algo así como la "sabrosidad".

Es un sabor descrito por científicos japoneses (de hecho umami significa "gustoso" en el idioma nipón). El umami se produciría, a nivel bioquímico, por una mezcla de compuestos que produciría la excitación de terminales glutamatérgicos. Curiosamente, uno de los sazonadores más empleados en Oriente es el glutamato monosódico (en contraste a nuestra sal común que suele ser cloruro sódico). Por ello, este tipo de sal estimularía nuestros terminales glutamatérgicos produciendo el sabor umami.

Pero, ¿Qué pasa si comemos mucha comida oriental sazonada con este tipo de sal? ¿Alguna habéis escuchado a alguien decir que le duele la cabeza después de comer chino? Pues si amiguitos, la culpa la tiene el glutamato monosódico. La ingesta exagerada de esta sal produce jaqueca en algunas personas más sensibles a la sobreestimulación de los receptores relacionados con el sabor umami.

Con esto y un bizcocho (bueno, el bizcocho todavía no) me despido de vosotros hasta la próxima entrada. la receta de las NEUROCOOKIES.